Es un estándar de seguridad alimentaria destinado a empresas para compra y venta de productos, es decir, agentes comerciales, importadores, etc. 

Esta norma te permite garantizar la seguridad y calidad de los productos distribuidos y llenar el vacío entre producción y distribución. Se basa en la comunicación de los requisitos de sus productos a los productores, y que las especificaciones sean entendidas e implementadas por todos los eslabones de la cadena. 

Permite controlar la trazabilidad y calidad de los productos en todo momento.

En las auditorías se analizan todos los procesos desde la homologación de proveedores, hasta la producción, limpieza, etiquetado, analizando incluso puntos como el sabotaje (Food Defence) o fraude alimentario. 

Podríamos decir que es el estándar de seguridad alimentaria más exigente, pero permite a las empresas diferenciarte completamente de otras empresas y entrar en el mercado británico.